lunes, 17 de septiembre de 2007

Dìa Mundial de la Donaciòn y el Transplante de Ôrganos: "Dar vuelta una bisagra en la procuraciòn de òrganos".

La celebración tiene entre sus propósitos difundir y promover la donación de órganos y tejidos para trasplante, y aunar los esfuerzos de toda la ciudadanía que trabaja en favor de la temática en el planeta para analizar, debatir y compartir experiencias y conocimientos. Además, promover la comunicación y la toma de conciencia en estas luchas. Argentina será la sede, el 26 de octubre, del Segundo Día Mundial.

Por: Lic. Juan Carlos Rivera Quintana.
Para la Revista "Ahora, la Salud".

María de los Milagros tiene un nombre casi hecho a la medida. Relata que cuando en 1985 llenó la ficha de donante voluntaria de órganos en uno de los hospitales de su provincia, en la Patagonia, y le colocaron el cuño en su Documento Nacional de Identidad lejos pero muy lejos estaba de imaginar “con esa natural omnipresencia humana que iba a ser yo la que pasara de donante a receptora de órganos. Después de un largo y doloroso proceso, fui derivada de urgencia a la Cuidad de Buenos Aires con el diagnóstico de absceso de córnea y colocada en el lugar prioritario en el listado de receptores”, confiesa.
“Muchas cosas pasaron por mi cabeza, ninguna superficiales, desde el momento en que acepté que el transplante de córnea era la única posibilidad para mi ojo. Todas mis reflexiones se agolpaban y empezaba a valorar no sólo la intervención quirúrgica, sino cosas tan profundas y movilizadoras como la integridad del propio cuerpo, la vida y la muerte. En esos momentos tuve muy presente la ‘comunión de los santos’ de la que habla el dogma católico y de los pecadores, esa comunión entre vivos y muertos que enseñan todas las religiones. Los que hemos tenido la desgracia de perder un familiar querido en un accidente sabemos que el dolor, sumado a lo súbito de la noticia, generan una sensación de irrealidad que dificulta la toma de decisiones. Esto es lo que hace mucho más valioso, según mi entender, el hecho de aceptar y materializar la voluntad expresada en vida por el donante o el tener que tomar una decisión en ese momento”, revela con resignación nuestra testimoniante y agradece sinceramente, desde lo hondo de su corazón al donante anónimo de quien recibió la córnea y a sus familiares, a los profesionales que intervinieron en el operativo del Instituto Nacional Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) para el traslado del donante y a los especialistas que la intervinieron y transplantaron. “La actuación serena y rápida para que la espera del órgano fuera increíblemente breve, el desempeño de los médicos que me operaron y el apoyo de mis familiares y amigos que formaron una red palpable de afecto que me contuvo y alentó, posibilitó que enfrentara el transplante de córnea de la mejor manera posible. Me gustaría alentar a indecisos o temerosos a tomar la generosa decisión de convertirse en donantes de órganos para seguir ayudando a todos los que precisan un transplante para mejorar su calidad de vida o más fundamentalmente, tuvimos la posibilidad de seguir viviendo gracias a ese acto de nobleza extrema”, ratifica con la alegría de saberse recuperada.

La anécdota por ilustrativa y sensible resume en su esencia humana una fecha que celebraremos próximamente: el 26 de octubre de este año. La Argentina se prepara para ser, ese día, la sede del Segundo Día Mundial de la Donación y el Transplante de Órganos, auspiciado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El primer Día Mundial tuvo lugar en Suiza, en el 2005. Desde el primer festejo, la fecha ha apuntado a incrementar el conocimiento y reflexión, desde una perspectiva global, sobre los trasplantes de órganos y tejidos en los distintos países y la necesidad de la donación voluntaria en vida. También se propone aumentar la colaboración de todos los grupos ciudadanos que trabajan a favor de la donación y la ablación, desde el Estado, la opinión pública y los pacientes, y estimular los valores que están asociados a este acto de amor promoviendo la transparencia, el acceso equitativo, la seguridad, la eficiencia, en franca oposición a la comercialización de órganos, tanto a escala local, como nacional e internacional.

Recientemente, el Ministro de Salud y Medio Ambiente, Dr. Ginés González García informaba que “se ha duplicado la tasa de donantes de órganos por millón, en Argentina, desde el 2002 hasta la fecha. Hoy tenemos un marco legal distinto (en referencia a la llamada Ley del Donante Presunto), una estrategia para asegurar la provisión de medicamentos a todas las personas que no tengan cobertura de obra social o de otro tipo; eso está fuertemente incluido en nuestro próximo presupuesto”, recalcaba. A renglón seguido consideraba que dicho logro “no es un éxito del gobierno, sino de toda la sociedad, que entendió que sin solidaridad la cuestión no tenía solución”.

Por su parte, el flamante titular del (INCUCAI), Dr. Armando Perichón (inmunólogo), en el acto de asunción de su cargo manifestaba el compromiso de “trabajar para seguir creciendo” y valoraba que desde el 2002 hasta la fecha “dimos vuelta una bisagra en la procuración de órganos. De alguna manera el programa Federal de Procuración de Órganos nos dio confianza y nos hizo creer que podíamos cambiar la historia de la procuración de órganos en nuestro país. Creo que nos demostramos a nosotros mismos que podíamos modificar esa historia en la que nunca avanzábamos y en la que la tasa de donantes por millón de habitantes siempre quedaba estancada. Entre el ministerio y los que estamos todos los días en la trinchera de procurar órganos pudimos entender que podíamos confiar en nosotros mismos para cambiar. Hoy ya estamos en dos dígitos y todavía podemos seguir creciendo, tenemos que tratar por todos los medios que los hospitales y los servicios sanitarios de nuestro país entiendan que la procuración forma parte del sistema sanitario que tenemos y si lo logramos seguramente dentro de unos años nos vamos a dar por satisfechos”, decía.

Los guarismos hablan por sí solos. Hasta la fecha (con cierre 10 de septiembre) se han realizado, en lo que va de año, 708 transplantes en total; de ellos 156 de hígado; 48 de corazón; 11 de pulmón; 460 de riñón; 4 del block corazón/pulmones; 19 de riñón/páncreas; 4 de hígado/riñón; 1 de corazón/hígado y 1 de corazón/riñón.
Pero, ¿en qué consiste realmente este procedimiento quirúrgico y cuántos colectivos laborales deben funcionar, como mecanismo relojeril, para que se culmine exitosamente la intervención quirúrgica y se salve una vida? El Dr. Carlos Soratti, quien fuera presidente del INCUCAI, hasta hace pocas semanas y fue promovido al cargo de secretario de Políticas, Regulación y Relaciones Sanitarias, del Ministerio de Salud y Medio Ambiente de la Nación nos comentó en una entrevista que ofreció a nuestra publicación, hace un tiempo, que el transplante de órganos es en la actualidad un tratamiento de elección de algunas disfunciones orgánicas terminales tanto agudas como crónicas, “es un proceso médico complejo, que consiste en sustituir un órgano vital que ha dejado de funcionar por otro sano. Esta técnica en constante evolución, se viene desarrollando con mucho éxito en nuestro país y a través de ella muchos pacientes sometidos a largos tratamientos han logrado mejorar su calidad de vida y llevar una existencia más plena”, explicó, entonces, la autoridad, quien tiene una experiencia de más de 15 años en los temas de transplantología en la provincia de Buenos Aires y es un especialista en Terapia Intensiva y Emergentología.

El transplante es una tecnología médica que requiere de una legislación minuciosa tendiente, principalmente, a asegurarle a la sociedad la garantía de que ese órgano o tejido humano va a tener como destino un procedimiento terapéutico. Además es el Estado el responsable de darle esa garantía a la comunidad. Por eso es que en el mundo entero, todos los países que realizan transplantes lo hacen de una manera regulada y fiscalizada. A diferencia de otras tecnologías esta tiene un marco normativo y organismos específicos y bioéticos, como es el caso del INCUCAI, en nuestro país.

La escasez de donantes

Uno de los problemas principales de la transplantología es la escasez de donantes en correspondencia a los receptores en lista de espera, siendo hoy mayor la cantidad de pacientes que mueren a la expectativa de un órgano que no llega en tiempo, que por el acto operatorio en sí. Este dato y el conocimiento de que la principal causa de disfunción primaria del injerto es el mal manejo del donante, justifican disponer de un protocolo de asistencia que unifique criterios actualizados sobre el tema y regule todo la operatoria de la calidad del órgano donado, su traslado y posterior injerto en el organismo receptor.

En la Argentina en 1996, la tasa de donantes de órganos era de alrededor de 7 por millón de habitantes, en el 2004 ya se hablaba de 10.7 donantes por cada millón de habitantes. Posteriormente, después de que el Gobierno logró instalar el tema de la donación en la agenda de discusión sanitaria del país, se ha logrado una cifra de entre 12.3 y 14 por millón de habitantes, lo que corrobora los aciertos de las líneas fundamentales desarrolladas por la política nacional de transplantes en nuestro país. Dos direcciones substanciales de la política nacional de transplante, también, influyeron: una, el desarrollo de un Programa sanitario, que llamamos Programa Federal de Procuración (2003) y el incremento de la disponibilidad de órganos y tejidos para transplantados. Dicho programa tiene como soporte vital el fortalecimiento de los organismos provinciales de procuración y transplantes; la instalación de la coordinación hospitalaria de transplantes como estrategia fundamental; el desarrollo del programa de calidad del proceso de procuración y la generación de un sistema de financiamiento en la actividad de la procuración. Dicha estrategia federal es impulsada y fue aprobada por una resolución del Ministerio de Salud de la Nación y todas las autoridades sanitarias provinciales, adhieren a ella mediante convenios específicos a ese convenio federal.

La otra estrategia, desplegada en nuestro país, en los últimos tres años, tiende a una creciente instalación de la temática en la sociedad y posee varios componentes. Uno de ellos es mejorar intensamente la calidad de la comunicación (acto de habla y escucha de dos o más interlocutores) entre organismos específicos, como es el INCUCAI y la sociedad. Por eso se instala una línea 0800, gratuita y de atención durante las 24 horas y todos los días del año, se trabaja constantemente para reelaborar y actualizar permanentemente la página web del INCUCAI, entre otros temas.

Todos recordaremos a Sergio y Carolina Dispensa, aquellos padres desesperados de Abril, la nenita que se moría irremediablemente por una cardiopatía dilatada y que su única esperanza estaba en poder recibir un nuevo corazón que le salvara la vida. Corría, entonces, los primeros días de enero de enero de 2004 y Sergio se convirtió en una figura conocida para todas las familias argentinas, pues se metió en nuestras vidas y nuestras casas, a través de la televisión haciendo un pedido poco usual: un corazón para su hija de apenas 16 meses de vida. Las fotos de Abril Dispensa recorrieron todos los rincones de la nación y la beba se convirtió en un emblema de la vida y de la necesidad de donar nuestros órganos para salvar otras existencias. De ese triste momento, conversando con Sergio y después de pasado varios años, recuerda: “Fue muy complicado porque yo aparecí en los medios y fui quien dio la cara porque Carolina estaba cuidando desde el primer momento a la gorda; nos dividimos las tareas para intentar salvar a nuestra hija. En realidad, no íbamos a salir en los medios de comunicación, en la televisión sobre todo, porque los médicos no nos recomendaban que fuéramos. Yo lo entendía porque no lo veía como la forma ideal que un padre saliera pidiendo un corazón para su hija, pero nosotros teníamos que aportar lo nuestro pues sentíamos que cada día que pasaba la gordita se nos ponía peor y se nos iba. Si hubiera tenido, entonces, que mover el Obelisco iba y lo intentaba”, rememora. A tanto pedido y tanto ruego apareció, por fin, un corazón y el 24 de enero, a las 18 y 15 horas, comenzó la intervención quirúrgica para el transplante de corazón de Abril en el Hospital “Juan Garrahan”, bajo la dirección del Dr. Horacio Vogelfang, con la ayuda de alrededor de 50 especialistas de ese centro. Se pusieron todos los recursos disponibles en el país para salvarle la vida a la pequeña y fue la primera vez que se hizo una operación de esta tesitura con sangre cruzada, porque la donante no era compatible sanguíneamente con Abril. Se corría un gran riesgo pero todo fue exitoso. Hoy Abril, toma una medicación de por vida, para evitar el rechazo del órgano transplantado y su existencia vuelve a transcurrir feliz, en la casa “chorizo” de un humilde barrio de Ciudadela, en la provincia de Buenos Aires, junto a su familia y sus dibujitos de Barnie, el travieso dinosaurio de color violeta de la tele, que cree en los sueños imposibles y vive para hacer el bien a los necesitados.

Hoy en día está claro que la sociedad argentina, mayoritariamente, tiene una actitud positiva hacia la donación. La expresión de voluntad ciudadana hacia la donación de órganos en nuestro país aún es pequeña porque la gente no gusta de hacer testamento todos los días y pensar en la donación de sus órganos. Es por ello que los debates sobre la vida y la muerte (que incluyen el dilema de la muerte encefálica) siempre serán temas controversiales porque de alguna manera, expresar la voluntad de ser donante para después de la muerte, implica pensar en la posibilidad del fin y ello es difícil para todos los seres humanos con salud. Esto hace que ningún registro de voluntad de donación en el mundo sea importante cuantitativamente. La reciente aprobación de la llamada Ley del Donante Presunto, en Argentina, que no tiene una propuesta compulsiva y autoritaria, como vieron algunos pocos en la sociedad, convoca a cada ciudadano para que piense, en vida, la posibilidad de ser donante de órganos presunto y lo hable con su familia pues ello permitirá encarar el desafío más fuerte de la actualidad en el tema: poder responder a las necesidades de transplantes y disminuir las listas de espera ( tan sólo en nuestro país hay más de 3.000 pacientes, actualmente, esperando por un transplante renal y sometidos a diálisis sistemáticas para poder vivir; lo mismo sucede con quienes necesitan un transplante de córnea, que aguardan por esa intervención que les proporcione una mejor calidad de vida). Con la aprobación de la ley mencionada toda persona fallecida, mayor de 18 años, es considerada donante, con excepción de quienes manifiesten su voluntad en contrario. La ley también establece que la familia siempre será consultada y atestiguará sobre la última voluntad de su ser querido en este sentido, al momento de decidir la ablación, que salve otra vida.

Sin dudas, el 2do Día Mundial por la Donación y el Trasplante de Órganos y Tejidos, cuya sede será nuestro país, se convertirá en un acicate para seguir consolidando el trabajo en la dirección correcta. Durante la celebración se efectuarán mesas redondas donde se involucrará a la ciudadanía en debates importantes, relacionados con: la situación actual de la donación de órganos en América latina; trasplante, comunidad y participación social; donación y trasplante en el sistema educativo; acceso y regulación para los trasplantes de órganos y perspectiva global en torno a los trasplantes. También habrá un desfile de las delegaciones que participan en los Juegos Latinoamericanos para Deportistas Trasplantados y un coro de niños cantará la canción "Un regalo de vida" en español, simbolizando el apoyo a la donación de órganos. Al concluir el Día, se hará entrega a Kuwait del bastón para llevar a cabo el 3er Día Mundial por la misma causa.

En recuadro:
Un regalo de vida

Un operativo de transplante es una carrera contra el tiempo. En ella pueden participar hasta 150 profesionales que asumen el compromiso de concretar la voluntad de los donantes y la esperanza de los pacientes en lista de espera que recibirán en nuevo órgano. La decisión de ser donante es libre y personal, implica un acto solidario, basado en una escala de valores en la que el prójimo ocupa un lugar de trascendencia. Un donante puede salvar a varias personas. Dadas las condiciones específicas para que pueda efectivizarse, la donación de órganos sólo es posible en cinco de cada mil fallecimientos.
¿Quién puede ser un donante? Todas las personas, de cualquier edad, que fallece en un hospital, habitualmente en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), por problemas que afectan directamente al cerebro. Los órganos que se necesitan para realizar un transplante son: riñón, hígado, corazón, páncreas, pulmón.Y los tejidos: médula ósea, huesos, piel, córneas, válvulas cardíacas, vasos sanguíneos. Nuestra decisión de ser donante no afectará la calidad del cuidado que reciba en ningún hospital, pues este acto quirúrgico sólo se realiza después de haber agotado todos los recursos para salvar la vida y cuando el fallecimiento ha sido declarado. Los expertos advierten que tras la extracción de los órganos el cuerpo no sufre cambios y el entierro o incineración puede realizarse con absoluta normalidad. La mayoría de las religiones apoya, sin ninguna duda, la ablación y el transplante de órganos y tejidos. Por ejemplo, la Iglesia Católica la ha valorado como un acto de amor y generosidad.
Los criterios generales que se tienen en cuenta en las UCI para el donante ideal son:
• Ausencia de enfermedades transmisibles (Hepatitis, HIV/Sida).• Ausencia de enfermedad maligna (excepto tumores primarios del Sistema Nervioso Central).• Historia médica y social aceptable (no conducta de riesgo, ni problemas médicos sistémicos serios)• No hipotensión o dependencia de aminas.
Los pasos que sigue todo operativo de transplante cuenta de varias etapas, perfectamente organizada y diseñada en un protocolo biomédico. Ellas son: fallecimiento del posible donante (se confirma en el servicio de terapia intensiva la muerte encefálica, para confirmar la muerte cerebral se siguen estrictamente los pasos estipulados por la Ley Nacional de Trasplantes); se avisa al INCUCAI (el organismo rector y normatizador de la actividad de transplante en Argentina y responsable de la estrategia de extracción e implantación de los órganos y los tejidos del donante al receptor); evaluación de los órganos (el equipo médico evalúa la historia clínica y el estado general de mantenimiento de los órganos y tejidos de la persona fallecida para constatar su viabilidad para transplante) ; entrevista familiar con total privacidad (se brinda toda la información necesaria para la decisión y la contención en un momento tan difícil. Si la familia da su consentimiento el operativo sigue su curso, si la decisión es negativa finaliza el operativo); mantenimiento hemodinámico (se precisa mantener el cuerpo de la persona donante en condiciones de viabilidad de los órganos pues cuando el cerebro ha dejado de funcionar, lo que se conoce como muerte encefálica, todas las funciones que él cumple dejan de llevarse a cabo y hay que suplirlas. De ahí que sólo en la UCI es posible realizar esa tarea de mantenimiento); ablación (una serie de intervenciones quirúrgicas desarrolladas por uno o más equipos médicos, en las que se extraen los diferentes órganos y tejidos que servirán para el o los transplantes); distribución (los órganos y tejidos asignados a los receptores, ubicados en la lista de espera, son trasladados a los hospitales donde se realizarán los transplantes, de acuerdo con los estrictos criterios manejados por el INCUCAI, que incluyen valoraciones sobre histocompatibilidad, la urgencia del cuadro del receptor, la regionalidad, tiempo de espera, etc.); traslado (para la realización de la intervención médica. En el caso de órganos como el corazón, los pulmones e hígado se hace un traslado muy rápido para asegurar la viabilidad del material anatómico que se va a injertar) y seguimiento (los trámites operativos en curso finalizan cuando el paciente ha sido transplantado y los órganos rectores continúan interesándose por la evolución del receptor).

No hay comentarios: